


Me tomo un momento.
Me invaden sensaciones pequeñas, como cuentagotas de sentidos que se hacen cada vez más intensos.
Podría ser literal y decir que ustedes me subyugan, para que su culpa vengue mi impotencia y desazón. Pero las máquinas no generan estos ruidos, no imponen nada, no rompen cristales.
Me mirás con la misma expresión (más bien, sin una) y adivino que no te sorprendo en nada. Después de todo, para vos siempre estuve acá.
El extrañado vuelvo a ser yo, porque soy un vestigio y sin embargo sigo pensando que las grandes obras son ustedes.
Esta disputa por el dominio me distrae. Me impide atravesar la barrera de cuerdas.
Pero, te miro y sé que acá no hay vencidos.
Ustedes no son, pero hacen, eficazmente. Para eso fueron hechos. Y yo, ¿para qué?
A mi manera, tomo impulso y te despido con una sonrisa. Estoy a un salto de descubrir mi historia.
Vivo en un potencial de virtudes. Así de extraño SOY.

©2022 Franco Noguera